la primera IA en superar el test de Turing

Eugene Goostman era un niño que vivía en Odessa, Ucrania. Su mascota era un conejillo de Indias y su padre era ginecólogo. Y en su curriculum destaca ser el primero en superar el test de Turing. Una prueba diseñada por el matemático inglés Alan Turing para diferenciar a un humano de una máquina. El test se creó en 1950. Y no fue hasta varias décadas después que fue superado. En la celebración del 60 aniversario de la muerte de Turing, se comprobó científicamente que Eugene era capaz de engañar este test. Y es que Eugene no era humano. Era un bot conversacional. También conocido como chatbot.

Silenciado y olvidado durante años por su orientación sexual, la figura de Alan Turing ha sido reivindicada en las últimas décadas en la ficción y en el campo científico gracias a sus grandes contribuciones a la ciencia y la tecnología. Entre otras cosas, contribuyó a descifrar la máquina Enigma, diseñó algunos de los primeros ordenadores electrónicos y creó el test de Turing, una prueba que se adelantaba a un futuro en el que un software sería capaz de engañarnos haciéndonos creer que es un ser humano

El test de Turing ha sido la referencia de quienes han diseñado lo que ahora llamamos inteligencia artificial. Primero fueron los chatbots, o bots conversacionales, como Eugene. Luego vendrían los asistentes virtuales como Siri o Alexa. Y, en la actualidad, convivimos con modelos de inteligencia artificial como GPT. Precisamente, el año pasado se anunciaba que GPT-4, a través de ChatGPT, había superado el test de Turing. El objetivo de los modelos de IA actuales es imitar nuestra manera de expresarnos. Hablar como nosotros. Y el primero en lograrlo, de manera fehaciente, fue Eugene.

El nacimiento de Eugene Goostman

Eugene GoostmanEugene Goostman
Chatbot Eugene Goostman en la página web de Princeton AI. Solo visible a través de Internet Archive

Eugene, Goostman, o Eugene Goostman por su nombre completo, es un bot conversacional. Un antecedente de lo que ahora llamamos inteligencia artificial. Desde hace años interaccionamos con bots como Eugene constantemente. En la app de tu banco, en cualquier página web que te ofrezca ayuda mediante chat, en tiendas online… 

Los padres de Eugene fueron dos programadores. El ruso Vladimir Veselov y el ucranio Eugene Demchenko. Aunque en Wikipedia se menciona también a Sergey Ulasen. Diseñaron y crearon a Eugene en San Petersburgo en 2001, ciudad donde se habían conocido. Y lo presentaron a varios concursos para comprobar las capacidades de este chatbot de “engañar” a los jueces y hacerse pasar por un ser humano. En la conferencia Chatbots 3.0 de Filadelfia, Estados Unidos, en 2010, Veselov explicó que el proyecto había surgido como un pasatiempo, y que gran parte del software que daba vida a Eugene era un corrector tipográfico. Eugene intenta dar sentido a los errores ortográficos y los errores tipográficos que generalmente causan muchos más problemas a las computadoras que a los humanos. 

Y de ese aprendizaje, el bot fue capaz de reproducir la manera de escribir de un joven de 13 años, que es la edad que le atribuían sus creadores. Con esa edad, justificaban los errores que pudiera cometer su bot al escribir o responder las preguntas de quienes debían descubrir si era humano o máquina. Por otro lado, cuando el bot superó el test de Turing en 2014, sus creadores destacaron que habían mejorado su controlador de diálogo para hacerlo más humano. 

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