No gritó. No levantó el puño. No mostró prácticamente ninguna de las emociones que el momento parecía exigir, logrando algo que ningún lanzador de Grandes Ligas había logrado en casi una década.
En cambio, después de completar el primer juego completo de postemporada de la MLB desde 2017, y el primero de un lanzador de los Dodgers desde 2004, Yoshinobu Yamamoto simplemente caminó alrededor del montículo, se quitó el guante casualmente y no sonrió hasta que se volvió hacia el marcador del jardín central.
“Wow”, finalmente se dijo a sí mismo, cuando finalmente comenzó a asimilar su joya de nueve entradas, tres hits y una carrera.
La reacción se produjo después de que su actuación anticuada y sensata llevara a los Dodgers a un máximo histórico. victoria 5-1 contra los Cerveceros de Milwaukee en el Juego 2 de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.
“Pude lanzar hasta el final”, dijo Yamamoto después en japonés. “Así que realmente sentí una sensación de logro”.
Fue una noche que casi nadie vio venir. Y no sólo porque Yamamoto no pudo completar ni una sola entrada en su último viaje al American Family Field contra los Cerveceros durante la temporada regular.
En una era de conteos de lanzamientos estrictamente controlados y dependencia constante de los relevistas en octubre, Yamamoto hizo retroceder el reloj en una noche que recuerda a una generación pasada.
Dominó a los Cerveceros con crueldad y eficiencia. Controló el juego con un ritmo constante y una actitud confiada. Permitió un jonrón en su primer lanzamiento, una bola rápida que Jackson Chourio lanzó al jardín derecho y luego apenas pareció estresado durante los siguientes 110 lanzamientos.
Ponchó a siete bateadores. Sólo caminó uno. Y dejó al manager Dave Roberts con una decisión fácil en la novena entrada, regresando al montículo para terminar lo que empezó.
«Él tiene mucha confianza de mi parte en que (incluso la) tercera vez, en el lanzamiento de 90, siente que es la mejor opción», dijo Roberts. «Para mí, simplemente me da esa confianza… Por la forma en que lanzaba, me sentí muy bien con él al llegar al noveno».
La salida de Yamamoto no fue como la que hizo Blake Snell en el Juego 1 de esta serie, cuando el otro co-as del equipo deslumbró con material prácticamente imbateable en una joya de ocho entradas, un hit y 10 ponches sin anotaciones, un debut en el que probablemente también podría haber llegado hasta el final si Roberts no hubiera recurrido a su inestable bullpen en la novena.
En todo caso, Yamamoto consiguió muchos outs de una manera más diligente, dándoles a los Cerveceros mucho para aprovechar, con la confianza de que no lo castigarían.
«Desde el principio sentí que eran muy agresivos», dijo Yamamoto. “Y hice algunos lanzamientos que aprovecharon eso”.
Al principio, al derecho de 27 años le tomó tiempo recuperarse. Después del jonrón de Chourio, tuvo que esquivar a los corredores en cada una de las siguientes cuatro entradas.
Pero finalmente, Yamamoto marcó su característico divisor, encontró un ritmo mientras compartía tareas de llamada con el receptor Will Smith y terminó la noche retirando a los últimos 14 bateadores.
Hizo que todo pareciera tan fácil y simple, de una manera que el pitcheo moderno de postemporada ya no debería serlo.
«Lo que hizo esta noche», dijo Smith, «fue simplemente dominación».
Tanto es así que Kiké Hernández bromeó diciendo que se aburría jugando en el jardín izquierdo.
Han pasado ocho años desde que Justin Verlander lanzó el último juego completo de las Mayores en la postemporada. Desde la blanqueada de José Lima en la Serie Divisional de la Liga Nacional de 2004, ningún abridor de los Dodgers había logrado esta hazaña.
De los 23 juegos completos de postemporada en la historia del club en Los Ángeles, los tres hits permitidos a Yamamoto fueron empatados en la menor cantidad. Sus cuatro corredores permitidos fueron menos de los que Sandy Koufax, Orel Hershiser o Fernando Valenzuela habían permitido en una salida así.
“Un buen lanzamiento es mejor que un buen golpe cualquier día de la semana”, dijo el futuro miembro del Salón de la Fama Clayton Kershaw, quien nunca lanzó un juego completo en la postemporada. “Y lo estás viendo ahora mismo”.
Esto ayudó a los Dodgers a conseguir muchos buenos hits, dándole a Yamamoto una ventaja cuando volvió a trabajar en el segundo.
Luego del jonrón de Chourio, Teoscar Hernández empató el marcador con jonrón solitario en la segunda entrada. Andy Pages agregó un doble productor con dos outs a tres bateadores más tarde, poniendo al as de los Cerveceros, Freddy Peralta, en un hoyo del que no quería salir.
El último lanzamiento de Peralta provocó otra carrera en la sexta, con Max Muncy impulsándolo profundamente con lo que fue el jonrón número 14 de su carrera en postemporada, estableciendo un nuevo récord para la franquicia.
En el séptimo y octavo, los Dodgers agregaron más, incluido un sencillo productor de Shohei Ohtani que puso fin a su sequía de 23-1 desde el inicio de la NLDS.
«En este momento, todo nuestro equipo está jugando el mejor béisbol que hemos jugado en todo el año», dijo Roberts. «Estamos alcanzando su punto máximo en el momento adecuado».
Sin embargo, lo único que los Dodgers realmente necesitaban el martes era la brillantez que obtuvieron de Yamamoto.
Después de sortear un error de Muncy en un sencillo, luego en la tercera y cuarta entrada antes de una base por bolas en la quinta, el lanzador tenía el control total al final de la noche.
A partir de la quinta entrada, los Cerveceros batearon solo dos bolas fuera del cuadro mientras Yamamoto mezclaba bolas curvas, cortadoras y plomos para acompañar su splitter tardío y su recta alta. El plan de los Cerveceros era ser agresivos, pero lo único que hicieron fue permitir que Yamamoto (quien nunca hizo 20 lanzamientos en una sola entrada y sólo necesitó 46 en total para los últimos cuatro) permaneciera en el montículo.
“A veces”, dijo el manager de los Cerveceros, Pat Murphy, “un buen lanzamiento saca lo peor de ti”.
«Simplemente súper efectivo esta noche», agregó Smith. «Fue realmente especial».
El resultado pone a los Dodgers en control total de esta serie, liderando 2-0 y apenas habiendo expuesto su bullpen.
Tyler Glasnow está programado para iniciar el Juego 3 en el Dodger Stadium el jueves. Ohtani le seguirá en el cuarto partido. Incluso si las cosas van mal, Snell y Yamamoto volverán a estar en cubierta durante los próximos dos partidos.
Técnicamente, esto sigue siendo una batalla por un banderín. Pero en realidad, se ha convertido en un escaparate para una rotación de los Dodgers que tiene efectividad de 1.54 en la postemporada, y el primer juego completo en la memoria reciente de la postemporada.
«Todos están lanzando la pelota de manera increíble, pero eso lo sabíamos», dijo Kershaw, describiendo esa alineación titular como la mejor que jamás haya visto en sus 18 años con los Dodgers. «Snell lo hizo, y no hay nada mejor que eso. Y además, lo que Yama hizo hoy fue increíble».