Sony ha vuelto a la carga con uno de los conceptos más extraños de su catálogo. Los LinkBuds vuelven al mercado un par de años después, en un momento donde la cancelación de ruido sigue teniendo predominancia, pero con cada vez más opciones que apuestan por el sonido abierto. El objetivo sigue siendo el mismo: poder escuchar música o tu podcast favorito mientras los auriculares no te aíslan del exterior.
Su herramienta para conseguirlo son los nuevos Sony LinkBuds Open, unos auriculares totalmente inalámbricos que siguen la línea estética de los LinkBuds, pero con algunas actualizaciones clave que los convierten en un producto más refinado y sofisticado. Su diseño es sumamente similar, aunque la marca ha hecho una serie de retoques para que estos nuevos Open sean más cómodos, suenen mejor y tengan un agarre más prominente.
Y es que ahí está el principal cambio, en el agarre. Sony ha aprendido una serie de lecciones con el anterior lanzamiento, y ahora los LinkBuds Open tienen buena parte del cuerpo rodeado de silicona. Además, la protuberancia que ajusta y fija el auricular a la oreja es mucho más predominante y se adapta mejor.
Un servidor ha estado probándolos durante unos cuantos días, haciendo ejercicio con ellos y poniéndolos a prueba con diferentes géneros musicales. Todo para contarte si merece la pena pagar los 199 euros que ha fijado Sony de PVPr para estos LinkBuds Open. Bueno, en Amazon ahora mismo puedes comprarlos con una buena rebaja: 169 euros.


Un diseño único y algo peculiar
Como no puede ser de otra forma, estos Sony LinkBuds Open llegan metidos en su estuche algo peculiar, con un formato diferente y una parte superior que imita el mármol. Su diseño es cuadrado, considerablemente ligero y está fabricado por completo en plástico. Su ligereza hace que no sea un empaque robusto, pero sus 40,7 gramos de peso —con los auriculares en el interior— son una buena baza para el transporte.
La tapa es magnética, y revela dos auriculares pequeños y listos para su ajuste en la oreja. La silicona que he nombrado antes viene puesta de fábrica, por lo que no tienes que hacer nada. Aun así, ya te adelanto que quitarla y ponerla es sumamente sencillo, además de tener una sola posición válida. Sony no ha dado cabida al error.
Ya con los Sony LinkBuds Open en la mano, destaca su tamaño respecto a la generación anterior. Son más pequeños, la ‘bola’ que forma su cuerpo es menor y, además, son más ligeros. Están completamente fabricados en un plástico de tacto suave y su construcción, más allá del peculiar diseño, denota una buena dosis de calidad.
Ponérselos es muy sencillo, aunque las primeras veces siempre vas a dudar de si lo estás haciendo correctamente. Si no tuviste los primeros LinkBuds, nunca antes te has puesto un auricular así, pero Sony ha pensado en todo y tiene un sencillo tutorial para que puedas cerciorarte de que estás haciendo todo bien.


Por supuesto, cuando te los has puesto 5 veces dejas de prestar atención y todo se vuelve una automatización. Ahora bien, una vez en la oreja, el comportamiento del audio puede variar si aprietas un poco hacia dentro o los dejas más sueltos. Es decir, que en la posición que Sony marca como correcta, hay un pequeño margen para profundizar más o menos en el pabellón auditivo. Ningún drama tengo que decir, pero es un detalle específico de estos LinkBuds Open que puede resultarte ligeramente molesto.
Eso sí, una vez colocados a tu gusto, prácticamente desaparecen. A título personal, no me suelen gustar demasiado los auriculares rígidos —los que no tienen terminación de silicona, como los AirPods 4—, pero con estos LinkBuds Open, al tener un diseño radicalmente diferente, la cosa mejora.
Pero claro, ninguna oreja es igual, por lo que todo dependerá de tu genética. Para mí, su comodidad está un punto por debajo de unos auriculares con terminaciones de silicona como pueden ser, por ejemplo, los Galaxy Buds 3 Pro que analicé hace unos días.
Son cómodos, aunque durante menos tiempo del que me gustaría. Me explico: cuando te los pones todo va bien y apenas se notan, pero tras un par de horas la fatiga y la sensación ligera de dolor comienza a aflorar. Cada cierto tiempo me los tengo que quitar y descansar un poco la oreja. No obstante, es algo que puede no ocurrirte a ti.
Acabo el apartado del diseño con algo que me ha encantado. Una vez los tienes puestos, los LinkBuds Open no se mueven en absoluto. Ese apéndice de silicona los ajusta a la perfección y puedes mover la cabeza, saltar o hacer deporte sin miedo a que se caigan. De hecho, si no los tocas, ni siquiera se mueven.


Un sonido curioso y abierto
¿Cómo suenan estos Sony LinkBuds Open? Bueno, hay que empezar por el principio. Si nunca has probado unos auriculares abiertos, debo decirte que su sonido es un poco diferente al tradicional. El dispositivo no sella el pabellón auditivo, por lo que la forma de enfocar el audio en tu oreja es diferente.
Los LinkBuds suenan bien. Diferente, como ya he dicho, pero bien. Y, al igual que el resto de opciones abiertas, pecan en las frecuencias graves como pueden ser las de un bombo, una batería o los drops de la música electrónica. A su vez, hacen que los agudos brillen más de lo normal, pudiendo ofrecer en ocasiones, y dependiendo del tema, una pequeña sensación de audio estridente.
Su sonido es diferente porque están pensados para un uso que no es el habitual. Sony no ha puesto un agujero en el diseño porque sí: este es el encargado de dejar una vía abierta al exterior para que el sonido ambiente pueda llegar también a tu tímpano. Por lo tanto, esta dinámica condiciona ligeramente la calidad del audio y la diferencia notablemente de los auriculares cerrados. Eso sí, no es algo exclusivo de los LinkBuds Open, es un comportamiento que he encontrado en todos los abiertos.
Y, por supuesto, no hay cancelación activa de ruido. La gracia de estos auriculares es ponértelos y no quedar aislado del exterior. Puedes trabajar mientras escuchas música, hacer deporte en la calle sin dejar de oír los coches o mantener una conversación con alguien sin necesidad de quitarte los cascos.


En este sentido, además, los LinkBuds Open tienen un sistema heredado de la generación anterior que detecta cuando hablas y pausa la reproducción. Funciona muy bien y también se activa cuando alguien te habla de forma directa. Y ya que estoy nombrando sus funciones de audio, destacar también la que permite ajustar el sonido respecto al ambiente, haciendo que el volumen suba o baje en función del ruido exterior.
Por último, un detalle que detesto de los auriculares abiertos y que, por el momento, es imposible solucionar. El sonido se filtra al exterior, y no, no vas a librarte de esto en ningún modelo del mercado actual. En estos LinkBuds Open, a pesar de su diseño más in-ear, cuando subes el volumen por encima del 30-40%, la reproducción se escucha en el exterior. Es decir, que tu compañero de trabajo o la persona que lleves al lado en el metro podrá saber qué música llevas puesta o enterarse de la conversación con tu madre.
¿Son recomendables estos LinkBuds Open?
Sin duda alguna, si estás buscando unos auriculares abiertos deberías tenerlos en cuenta. Su diseño es muchísimo más discreto que las opciones de la competencia, se adaptan bien a la oreja, son pequeños y muy portables, su sonido es muy correcto y en detalles como la autonomía o las posibilidades de su app cumplen con rigor.
Ahora bien, no deja de ser un producto para un público muy específico. Tengo la sensación de que las personas que descarten estos LinkBuds Open no lo harán por su calidad, sino por todos los hándicaps de los auriculares abiertos. Por lo tanto, le ocurrirá lo mismo con los Nothing Ear Open, su principal competencia en estos momentos.


Es como si le enseñas a alguien un móvil plegable: probablemente le guste y sus características le parezcan más que decentes, pero el condicionante de su diseño y todo lo que conlleva le hará declinarlo y optar por algo más tradicional. Con los auriculares abiertos pasa lo mismo.
Eso sí, si tienes claro que quieres unos de este estilo, la nueva apuesta de Sony es muy buena opción. Algo cara por 199 euros, aunque ya hay alguna que otra oferta que los pone muy cerca de la franja de los 150 euros.