En No vengas a casa de Netflix, la realidad parece ser engañosa. Por un lado, la historia de seis episodios sigue a Varee (Woranuch BhiromBhakdi), una mujer que huye de un matrimonio violento con su pequeña hija. Pero además, también explora lo que ocurrió en la casa familiar del personaje, cerrada desde su infancia y que alberga todo tipo de secretos. Por lo que la producción tailandesa explora en un enigma terrorífico que une a la ciencia ficción y el terror en un mismo escenario. Eso, sin perder de vista la historia trágica que sostiene todo lo demás.
Lo que brinda a la serie una atmósfera cada vez más compleja, extraña y muy parecida a la icónica Dark. De hecho, No vengas a casa, tiene la misma capacidad de profundizar en diversos temas complejos — tanto filosóficos como científicos — que la célebre serie alemana. En especial, porque, tanto la una como la otra, exploran en la posibilidad de que la realidad, tal y como la conocemos, sea solo un fenómeno de la percepción. A la vez, que el tiempo no sea lineal y que pueda ser comprendido como algo más que una serie de sucesos consecuencias uno de otros.
Por todo lo anterior, la serie tailandesa, reflexiona sobre el dolor, la culpa y el miedo, desde ángulos novedosos. Eso, mientras utiliza tropos de la ciencia ficción dura y el terror, para relatar el conflicto que sus personajes deben enfrentar. Y que no es otro, que el mundo que les rodea, es una ambigua combinación entre lo irreal y una sobrenatural perspectiva del horror. Por todo lo anterior, te dejamos tres razones por las que deberías ver No vengas a casa si te gustó Dark. De una historia tramposa y siempre hábil para analizar sus misterios hasta un final doloroso que se atreve con audacia a romper todas las expectativas.
Sus bien planteados giros de guion


El director y creador, Woottidanai Intarakaset, toma la historia de una mujer aterrorizada y maltratada para contar varias cosas al mismo tiempo. Por un lado, su pasado misterioso, que le une a una casa a las afueras de Bangkok con una truculenta historia a cuestas. Al otro extremo, la desaparición de una niña, que abre las puertas a la posibilidad de narrar un fenómeno inexplicable. Entre ambas cosas, la serie deja entrever que la explicación a su misterio, es más complicada que solo un crimen o, en cualquier caso, una aparición espectral.
Para eso, el guion tiene el cuidado de mostrar sus secretos poco a poco. Durante los dos primeros episodios, la trama parece enfocada en una investigación policial y en la cordura de su protagonista. Lo que la lleva a plantear la duda de si todo lo que se está narrando es solo un delirio de una mente frágil. No obstante, la serie es lo suficientemente hábil para lograr que, a partir de ese elemento, la cuestión acerca de la verdad o lo tangible se hace cada vez más ambigua.
Pero son sus últimos tres episodios, los que toman considerables riesgos para narrar un final inesperado y brutal. Por lo que el aparente secuestro de una niña, se convierte en la puerta abierta hacia un fenómeno cada vez más tenebroso y con incontables consecuencias. No vengas a casa se esfuerza por resultar impredecible y lo es tanto, como para que su final sea una impactante revelación.
Personajes bien construidos


A pesar de su trama complicada, la serie de Netflix también dedica especial interés a sus personajes. Por lo que, de la misma manera que en su oportunidad lo hizo Dark, el argumento enfoca su energía en hacerlos creíbles, entrañables y complicados. Uno de los puntos más interesantes de No vengas a casa, es lograr que, a pesar de que su historia va de la ciencia ficción al terror en medio de escenas terroríficas, lo que realmente interesa es el destino de sus personajes.
Una decisión inteligente que brinda la oportunidad de comprender — y con frecuencia, lamentar — cada una de las situaciones que ocurren en pantalla. Desde el sufrimiento de Varee, enfrentada a lo imposible en un terreno movedizo de medias verdades, hasta las decisiones de su madre Panida (Cindy Sirinya Bishop). Lo cierto es que la serie tiene el buen tino de reflexionar acerca el bien y el mal desde puntos de vista sensibles y sin duda, más cercanos que cualquier otra producción de género.
La importancia de comprender a los personajes se hace más notoria, cuando para su capítulo final, todos los cabos sueltos se unen de manera brillante. Algo que, además, repercute en las escalofriantes consecuencias de las acciones de cada una de las figuras centrales de su historia.
Un final audaz


Dark será recordada por llevar la cuestión de la sustancia del tiempo, la realidad y sus interpolaciones a un nuevo nivel. No vengas a casa toma el testigo y lo lleva a una dimensión más intricada, compleja y dolorosa. No solo utiliza la premisa de la producción alemana sobre la posibilidad de que todo lo que ocurre a nuestro alrededor sea una red interconectada de causalidades. También, explora en la idea que esa recurrencia se convierta en un horror imposible de escapar.
De hecho, el capítulo final de la serie tailandesa roza lugares incómodos y extraños, que Dark no se atrevió a tocar. En particular, al mostrar que la cualidad del tiempo como lineal, puede ser subvertido en una forma escalofriante. Lo que provoca una paradoja que podría resultar imposible de narrar, a no ser porque el argumento une en un mismo escenario todas las pistas e insinuaciones que mostró en cada capítulo. Lo mejor que esta historia dolorosa, humana y dura deja a su paso.